No sólo una reunión internacional. El World Business Forum de Madrid era la oportunidad perfecta para profundizar los grandes temas contemporáneos y globales. Aquí es lo que ocurrió en estos emocionantes dos días en la capital española.
Vuelvo del viaje por las maravillas tecnológicas con una certeza: en el centro de todo, está el ser humano. Es un momento realmente fantástico para vivir.
Una persona no debería nunca ser considerado ni tratado por lo que accidentalmente es o ha sido, sino siempre por lo que conscientemente querría, podría…y, por tanto, debería ser.
En Tokio concluí mi intervención lanzando una provocación: “La verdadera revolución no es la digital. El mundo digital es solo un nuevo ambiente: la verdadera revolución será la evolución de las conciencias”.